El restaurante Alcrique abre sus puertas en un pequeño local de la calle José Casal en 2012. Tres años después, nos mudamos una calle más arriba, a Joaquín Costa, a un local mucho más espacioso que nos permitiría movernos a nuestras anchas por la cocina. Desde el principio hemos tratado de transmitir lo mismo. Queremos hacer cocina sencilla, con un producto cuidado y de calidad; cocinarlo con todo nuestro cariño y tratarlo de la mejor forma. Que cualquiera pueda venir a nuestro restaurante. Sin grandes historias, pero tratando de hacer de cada plato una pequeña maravilla.
HISTORIA
Este restaurante tiene mucha historia escondida entre las paredes. El Alcrique abrió en 2012 y se trasladó en 2014 al local de Joaquín Costa. Este local, antes de ser un restaurante, había pasado por varias épocas. El primer negocio que hubo aquí fue Maderas Trabazo, el almacén de maderas de José García Trabazo, el abuelo Pepe. Esto viene de familia. Después de muchos años, en 1993 se retomó el negocio familiar con la tienda Loxa. 20 años después, el Alcrique coge el relevo. El restaurante se despliega en un gran local y la tienda se transformó en su versión reducida, evolucionando a una tienda-despensa, donde se pueden comprar vinos, conservas y artículos de cocina y mesa.
COCINA CON MIMO
Nos gusta el mar. Nos gusta el monte. Nos gusta ir en verano a la playa y disfrutar del sol, pero también oír la lluvia contra el tejado en invierno. Nos gusta lo de siempre. Nos gusta el sabor especial de la comidiña de casa. Nos gusta sentirnos a gusto y salir a cenar con nuestra gente. Nos gusta disfrutar de lo sencillo. Buen vino, gran comida, mejor compañía. No somos exquisitos… carne, pescado, marisco, empanada, pulpo, croquetas, un buen risotto, mousse de queso con membrillo, todo entra bien. Comer de menú del día con sabor de ir a la carta. Sabores conocidos, tratados de una forma especial. El cariño se nota en cada cucharada.
Hay veces que la comida de siempre sabe mejor que nunca.